viernes, 25 de noviembre de 2011

La patria subsidiadora. Por Gonzalo Neidal

Nosotros no teníamos ninguna duda. Pero, por si hacía falta, el dirigente radical Leopoldo Moreau se encargó de confirmarlo. Sus dichos exactos fueron: “Raúl Alfonsín tenía una frase: ‘en los tiempos de crisis hay que juntar a los que pensamos parecido’.
Es imprescindible eso de juntar a los que piensan parecido y yo creo que pensamos parecido nosotros, los socialistas y el gobierno”.

Más claro, agua.

Y es eso exactamente los que hemos venido sosteniendo en esta columna. En su visión más esencial de la política y la economía argentina, el kirchnerismo (que no es otra cosa que el modo vigente del peronismo), no está solo. Comparte los pilares más importantes de su ideología con el socialismo y con importantes sectores del radicalismo. Y con franjas indeterminadas de votantes del denominado “progresismo”.

Moreau lo ha dicho sin pelos en la lengua. Y, antes que él, ya Hermes Binner había dado algunas pistas.

Y ambos tienen razón: lo que los une al gobierno es muy importante. Y lo que lo separa, es accesorio y secundario.

En lo político, es probable que Binner y Moreau tengan quejas porque tenemos un parlamento “brazo de yeso” o porque todas las causas judiciales que resultan complicadas para el gobierno, caigan siempre en el juzgado de Oyarbide.

Pero ambos comparten con el gobierno su visión parcial de los Derechos Humanos, la de los jóvenes idealistas. Y ambos están de acuerdo con la política del gobierno nacional hacia los medios de comunicación.

También ambos, Binner y Moreau, prefieren guardar silencio sobre la corrupción, que parece haber desaparecido de la Argentina durante los últimos años.

Pero donde más coincidencias tienen Binner y Moreau con Cristina Kirchner es en su visión de la economía. Coinciden en los lineamientos estratégicos acerca de qué hay que hacer en estos tiempos de abundancia. La patria subsidiadora no ha recibido, ni de lejos, la objeción de ninguno de ellos, que además creen en una presencia importante del estado en la economía y en la reestatización de las empresas públicas privatizadas en los nefandos noventa.

La índole política y económica del socialismo y de una parte de la UCR es exactamente la del kirchnerismo.

Moreau debería sincerarse aún más y pedirle la ficha de afiliación a Randazzo.

O, al menos, proponerle un frente nacional y popular.

¡Vamos, Dr. Moreau! Es la forma de salir del magro 2% que obtuvo en 2003 y pasar a cortar la pizza en serio.

Claro que, a esta altura de los acontecimientos, tememos que su adhesión estará impregnada del fatídico influjo de Murphy.

Sí, el de las mentadas Leyes.

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