sábado, 20 de diciembre de 2008

Tartufismo K. Por Marcelo Moreno

(Publicado en Clarín)"Es un día de vergüenza para la Argentina y para la humanidad". Así, sin andarse con chiquitas, fervorosa en su indignación, definió la Presidenta la orden de liberar a Astiz, Acosta y otros 18 represores. Lo hizo en el escenario adecuado, acompañada por las Madres de Plaza de Mayo.Mantener durante años a prisioneros sin llevarlos a juicio consiste en una aberración jurídica de práctica común en la Argentina. En realidad, Astiz, Acosta y los otros 18 monstruos pueden sentirse legítimamente secuestrados, ya que va contra todo derecho en cualquier parte del mundo -salvo quizá la Zimbabwe de Mugabe-.Pero los gobiernos K. han tenido tiempo más que suficiente para dar un encuadramiento legal y acelerar los juicios.El problema es que no quieren, váyasea a saber por qué sombrías razones. Entonces ahora le echan la culpa a la Justicia como mañana se la podrán echar al Congreso. Todo para ocultar lo obvio: gobiernan con obediente mayoría parlamentaria desde hace 5 años y no hicieron nada para dotar a los jueces de instrumentos legales con el fin de sentenciar a las mencionadas bestias.
Pero la política tartufa K. es idéntica a sí misma: por un lado cacarea; por el otro, prosigue inmóvil sin rozar los intereses dominantes.Lo de ellos es un socialismo verbal.A principios de año el CELS -organismo de derechos humanos afín al gobierno- hizo su balance y denunció que la tortura es una práctica "sistemática" en los centros de detención de la Argentina, se trate de cárceles, comisarías o institutos de menores. El gobierno ni siquiera comentó el dato. Al parecer, para los K. los derechos humanos tuvieron fecha de vencimiento con el arribo de ellos al poder.Idéntica actitud la toman hacia los más desprotegidos de la sociedad, mientras se cansan de vocear su compromiso popular. En la fabulosa -por lo de fábula, claro- catarata de anuncios presidenciales que pretenden un paquete anticrisis, salvo la plata para los jubilados, todas las medidas se dirigen hacia la clase media o media alta, desde los créditos para coches y aires acondicionados -que no están al alcance de la gran mayoría de aquello llamado el pueblo argentino ni en cuotas ni en ninguna forma- hasta la derogación de la "tablita" de Machinea, que beneficia al 5 % de los sueldos, los más altos, por supuesto.Ahora dicen que llamarán a sesiones Extraordinarias para, al fin, tener leyes que permitan juzgar rápido a los genocidas. Con suerte, cinco años después.Vergüenza es lo que debería darles.

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