jueves, 18 de diciembre de 2008

Comparaciones odiosas...


Cristina anunció un grandilocuente programa de obras públicas para sostener la actividad económica en 2009. Se llegó a hablar de la pasmosa suma de 110.000 millones de pesos, una cifra enorme si se compara con la intención del presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, de invertir unos 210 mil millones de dólares en obras públicas, es decir unos 700 mil millones de pesos. Si se comparan las escalas, bien se puede decir que Obama es un avaro y su programa de estímulo es apenas nada en comparación con las ínfulas neokeynesianas del plan de infraestructura argentina.
Pero ni bien los medios repasaron las principales obras anunciadas, no tardaron en descubrir que el 80 por ciento de esos proyectos ya había sido anunciado en meses y años anteriores. Sólo que se ejecutaron parcialmente o no se ejecutaron jamás. O sea, de los 71.000 millones, sólo se ejecutarían 14.000 millones en obras nuevas. En síntesis, que los K y Keynes por ahora sólo tienen en común la primera letra del apellido.
Ah, del programa de obras públicas de Obama lo último que se sabe es que el plan destinado a la ciudad de Miami tiene alrededor de 1.000 páginas y contempla inversiones por 4.500 millones de dólares, sólo el año que viene. A gastar se ha dicho...

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