lunes, 15 de diciembre de 2008

La nueva guerra de secesión


Pocos se han puesto a observar que en los Estados Unidos se está librando una nueva "Guerra de Secesión", aunque por ahora, sin sangre. La disputa por la eventual ayuda financiera del gobierno de los Estados Unidos a las tres grandes automotrices (The Three Big) de Detroit -Ford, GM y Chrysler- divide geográficamente al país casi exactamente igual que cuando se inició guerra civil norteamericana. Esta vez, los políticos de los Estados sureños son reacios a que se utilice la plata de los impuestos de sus ciudadanos (14 mil millones de dólares para ser precisos) en ayudar a un sector que en las últimas décadas ha sido incapaz de resolver su crónica ineficiencia, en buena parte debido a la instransigencia negociadora del gremio automotor. Es que el "SMATA yanqui" no ha estado dispuesto a negociar derechos y beneficios, tal como lo hicieron los trabajadores de las fábricas automotrices del sur. Precisamente allí proliferaron en las últimas décadas plantas industriales de origen japonés y europeo que, al amparo de una legislación laboral mucho menos onerosa, han podido mantener una adecuada competitividad. Por ejemplo, Toyota tiene fábricas en Texas, Mississippi, West Virginia, Alabama y Kentucky. En tanto Honda ha instalado plantas en Carolina del Norte y del Sur, Georgia y Alabama. BMW tiene su fábrica en Carolina del Sur.
La situación para los operarios del "norte yanqui industrial" tampoco es tan sencilla. El costo de vida allí a veces duplica al de los estados sureños, así que un recorte salarial masivo podría generar una situación social apenas menos complicada que la bancarrota de las tres grandes. Finalmente, George W. Bush no tiene muchas opciones. Si deja que caigan GM, Chrysler y Ford, deberá asumir el enorme costo económico no sólo de solventar los seguros de desempleo de esas firmas y de las autopartistas ligadas a ellas, sino que además deberá pagar los retiros de todos los operarios jubilados, ya que esas grandes compañías tienen, como no podía ser de otra manera, un sistema de auto-retiro. (Exclusivo para El Invento de Maquiavelo)

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