martes, 25 de octubre de 2011

El voto de antes y el de ahora. Por Gonzalo Neidal

Es cierto que el electorado se renueva, al igual que el público de Mirtha Legrand pero en una década o poco más que eso, el grueso del electorado permanece. Además, los nuevos votantes no implican una ruptura ideológica y cultural extrema. Los que se incorporan al padrón llegan impregnados del espíritu de ese momento iniciático.
Decimos esto para plantearnos una pregunta: ¿Por quién votaron en elecciones anteriores los actuales votantes de Cristina Kirchner?


Es un tema para encuestadores aunque resulta dudoso que muchos de los votantes del domingo accedan a revelar con veracidad sus votos del pasado. Muchos de ellos sentirían vergüenza, probablemente, al confesar alguna de sus preferencias de años anteriores.

Por ejemplo: ¿por quién votaron el domingo los que en los denostados noventa se inclinaron por poner su voto a Carlos Menem?

La explicación que vendría como anillo al dedo a los intelectuales del kirchnerismo sería que los votantes que apoyaron a Cristina fue la otra mitad del país que apoyó a Menem. Pero todos sabemos que esa explicación no resiste el menor análisis.

Es más bien al revés: el grueso de los votantes de Menem durante los noventa constituye la base más importante de respaldo al actual gobierno. Y esa gente, los llamados “sectores populares” fueron los que también apoyaron a Eduardo Duhalde en la elección de 1999. Es una suerte de base estable que vota peronismo.

Pero Cristina ha agregado votos de otro origen. Ha sumado a sectores de la clase media que tradicionalmente votaron contra el peronismo. Electores que votaron contra Menem y contra Duhalde pero que miran con otros ojos al kirchnerismo pues lo ven progresista, culturoso, con gran peso de la clase media en la conducción. Chacho Álvarez y el Frente Grande, por ejemplo, tomaron distancia de Menem y de Duhalde en su momento, se aliaron al radicalismo de De la Rúa pero ahora son firmes partidarios de esta versión setentista del peronismo.

¿Por qué el grueso de las bases peronistas votaron a Menem en los noventa y ahora a Cristina Kirchner? ¿Allá cometieron un error que ahora rectifican? ¿Ahora “se dieron cuenta” de su “error” de los noventa?

La respuesta, pensamos, es bien simple. En los noventa, al detener la inflación, la política de Carlos Menem favoreció en lo económico a los sectores más postergados, que tuvieron una importante mejora respecto de su situación durante los años de Alfonsín. No hay que olvidar que la economía creció un 50% en esos años noventa, igual que la industria, con cifras de un Indec que sabía contar los porotos.

En ese tiempo, la llamada batalla cultural se libraba contra la ineficiencia del estado como empresario y como regulador de la economía. Menem consiguió que el pueblo votara por las privatizaciones y que se sintiera satisfecho con ellas.

Ahora, Cristina ha logrado que el mismo pueblo apoye la estatización de Aerolíneas Argentinas, una inflación importante y un estado arbitrario en sus regulaciones, cuya cara visible es Guillermo Moreno.

Menem tuvo apoyo con los indultos, CFK los tiene con las condenas y la persecución a los militares del proceso.

Menem tuvo buena relación con la Iglesia, los Kirchner, no.

Pero ambos concitaron el voto durante el tramo que le tocó gobernar.

La explicación de fondo no parece ser otra que la bonanza económica que existió mientras ambos gobernaron.

Y claro que no está mal que así sea.





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