jueves, 2 de diciembre de 2010

WikiLeaks, la crisis de EE.UU. como hiperpotencia y la Argentina. Por Rosendo Fraga


Las filtraciones de los mails del servicio diplomático de los Estados Unidos confirman que este país ha dejado de ser la hiperpotencia que fue durante las últimas dos décadas. Es posible que cuando se escriba la historia, las retiradas de Irak y Afganistán pongan en evidencia la limitación del poder militar de los EE.UU., la crisis del mercado hipotecario como el inicio de la declinación como actor económico determinante y las filtraciones de WikiLeaks demuestren la limitación de la supremacía científica y tecnológica como fuente de poder mundial. Las filtraciones lograron penetrar la red informática de seguridad SIPR -net-, establecida a comienzos de los noventa, para el segundo nivel de secreto en las comunicaciones del Departamento de Estado y el Pentágono, con la colaboración de funcionarios norteamericanos de bajo nivel. WikiLeaks ha anunciado para el año próximo revelaciones sobre grandes bancos, lo que puede poner en riesgo la precaria estabilidad financiera del mundo.


Cabe recordar que en noviembre, la participación de Barack Obama en las Cumbres del G-20 (Corea del Sur), la APEC (Japón), la OTAN (Lisboa) y EE.UU.-UE (también Lisboa), confirmaron la declinación del rol asumido por Washington durante las últimas dos décadas, desde que se disolvió la URSS. Es así como entre 2008 y 2010 el poder de la única hiperpotencia surgida en 1990 encontró sus límites en lo económico, militar y científico-tecnológico. Pero EE.UU. pasa de hiperpotencia a potencia y en consecuencia seguirá siendo un actor relevante en el concierto mundial. La cuestión pasa a ser con quién compartirá el poder.
La Unión Europea (UE) no parece en condiciones de ser el polo de poder que comparta las decisiones mundiales con los EE.UU. Es que no sólo ha entrado en crisis su economía, sino también su sistema político. Las demoras y dificultades para implementar los rescates de Grecia e Irlanda, así lo evidenciaron. La crisis está escalando y los riesgos se centran ahora en Portugal y España.
En Asia, China aparece como la potencia con mayores posibilidades de compartir el poder mundial con los EE.UU. en el mediano y largo plazo. Un informe de Goldman Sachs sostiene que dentro de cuarenta años, la economía china duplicará la estadounidense. La crisis de Corea es la más grave desde 1953, cuando se inicio la guerra que culminó en la división del país. El objetivo chino de largo plazo es hoy la reunificación de Corea bajo su tutela, como un paso tendiente a lograr la retirada militar de EE.UU. de Japón y Corea del Sur y la finalización de la garantía de seguridad a Taiwán.
El mencionado informe de Goldman Sachs da cuenta que para 2050 Brasil será la cuarta economía del mundo- Lula acaba de decir que será la quinta antes de 2020- y México la quinta. Brasil ya es la octava, y en consecuencia el pronóstico no sorprende demasiado, pero el de México sí, dado que hoy ronda el puesto numero 13. Ambos países enfrentan hoy el problema de los carteles de la droga. Antes de dejar el poder, Lula ha puesto en marcha una ofensiva policial y militar para terminar con su influencia en las favelas de Río de Janeiro, buscando evitar que el problema llegue al nivel que lo sufre México. Si al incremento de ambos países en la economía mundial se agrega el crecimiento del fenómeno hispano en los EE.UU., ya hay quienes piensan que a mediados del siglo XXI América Latina puede ser el eje de occidente en vez de Europa y EE.UU., que lo han sido sucesivamente hasta ahora. En cuanto al Africa, las perspectivas del continente también han mejorado, aunque en un cuadro muy diverso e incluso contradictorio.
Si bien las filtraciones de WikiLeaks muestran que EE.UU. no solo ha encontrado límites como hiperpotencia en lo económico y lo militar, sino también en lo científico-tecnológico, los mails respecto a América Latina que se han difundido, no parecen alterar sustancialmente la relación de Washington con la región, cuya visión de largo plazo está recibiendo más buenas que malas noticias.
Pero al mismo tiempo el presidente de Ecuador se ha apresurado a ofrecer asilo político al director de WikiLeaks que está procesado penalmente en Suecia por abuso de menores y otro tanto se dispone a hacer Chávez.
En el caso argentino, los mails de la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires no son agradables. Es que estos 2200 mensajes se difunden al mismo tiempo que los 60.000 correos electrónicos del ex secretario de Transporte y su equipo, en el marco de la causa judicial que lo afecta y surgen algunas coincidencias. Políticamente, quizás sea este el problema más relevante.
Las criticas y las preguntas sobre el matrimonio Kirchner, son más o menos las mismas que en los últimos tiempos se ha hecho en voz baja gran parte de la dirigencia argentina. El tema de la salud mental, en realidad se refiere a la posibilidad de una depresión de la Presidente, tema que estuvo en primera plana de varias revistas ya hace tiempo.
Pero lo que ahora debe resolver el gobierno argentino es si adopta una actitud de quitar relevancia al tema, como lo han hecho Brasil y México, o si lo escala, como Venezuela y Bolivia.
Política y diplomáticamente, sería más prudente acompañar la actitud de los países más grandes de América Latina, dado que en caso contrario, puede complicarse el acercamiento a Washington que parece haber sido un objetivo más o menos permanente en la política exterior de la Presidenta y que además tiene un rol en el reciente acercamiento con el FMI para hacer viable la cancelación de la deuda con el Club de Paris.

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