miércoles, 26 de noviembre de 2008

¿Cobos se la está creyendo? Por Gonzalo Neidal

Pareciera que Julio Cobos se la está creyendo.
Cuatro meses después sigue ordeñando la agotada teta de su voto “no positivo”.
Parece que piensa vivir para siempre de los intereses de esa módica inversión.
Pero a medida que pasan los días, van dejando de causar gracia sus mojadas de oreja a los Kirchner. Eso de recibir gente enemiga de ellos en la Casa Rosada, cuando Cristina está ausente, cada vez se parece más a una picardía de mucama que invita a sus amigos cuando la patrona está de viaje.

Cobos ya debería darse cuenta que con eso no jode a nadie.
Que, si aspira a ser candidato a presidente con chances, va a tener que laburar un poco más. Que no alcanza con decir frases breves y enigmáticas de tanto en tanto, sin proponer un camino alternativo más completo y serio.
No debería hacerse el pícaro porque todos nos acordamos que, en primer lugar, él ha sido socio político de los Kirchner.
Cuando accedió a ser el candidato a vice de Cristina, él ya había visto cómo gobernaba Néstor durante cuatro largos años. El ya había visto cómo trataba a la Justicia, al parlamento, a los periodistas. Sabía de la transparencia, o falta de ella, de su gobierno.
En consecuencia, Cobos no puede hacerse ahora el distraído.
Él ya tenía severos indicios del modo de hacer política de los Kirchner.
Y le gustaba.
A tal punto le gustaba, que aceptó ser el candidato a vicepresidente de Cristina Kirchner.
Entonces ahora no se puede hacer el no-kirchnerista de la primera hora. Porque él descubrió sus diferencia a partir de la Resolución 125. No antes. Y antes de eso pasaron un par de cosas. Unas cuantas.
El estilo autoritario no comenzó en julio.
Los aprietes a la prensa, tampoco.
La subordinación de la Justicia, tampoco.
La reducción de la función del Congreso, tampoco.
Los casos de fuerte sospecha de corrupción, tampoco.
En definitiva, esta película no comenzó en julio, Don Julio.
Nos parece bárbaro que Cobos se haya dado cuenta del gobierno que habita. Nos parece sensacional que señale aquello con lo que no está de acuerdo. Nos parece muy bueno que el vicepresidente haga respetar su lugar institucional.
Lo valoramos: nos gusta que alguien que hasta ayer nomás fue kirchnerista ahora muestre independencia de criterios.
Pero ya está bien.
Su situación pide a gritos algún tipo de definición.
¿Cobos es opositor? ¿Aspira a ser candidato a presidente? ¿O sus diferencias con el gobierno no son tan sustanciales como para ameritar una renuncia?
Vayámonos definiendo.
Ya las remeras con la leyenda “mi voto no es positivo” están desteñidas. O en liquidación.
Ya el entusiasmo por su desempate, se está agotando.
Maradona le hizo el gol a los ingleses pero después le clavó dos a Bélgica y metió un par de pases en la final. Y siguió ganando en el Nápoles. No se sentó a miar una y otra vez el video donde él recibe la pelota en la mitad de la cancha, los pasa a todos, y la mete.
No, don Cobos, no.
No hay que creérsela.

Publicado en La Mañana de Córdoba - 26-11-2008.



No hay comentarios:

Publicar un comentario