jueves, 15 de septiembre de 2011

La fórmula del crecimiento. Por Gonzalo Neidal

(Publicado en Diario Alfil, 15 de setiembre de 2011)
En Estados Unidos se han dado cuenta de que acá, en la Argentina, hemos encontrado una fórmula mágica para la economía.
Uno no puede tener un secreto que enseguida viene alguien que lo anda difundiendo a los cuatro vientos. Porque el que publicó la información fue el prestigioso New York Times, aunque en clave local: intenta tomar distancia de los republicanos y respaldar a Obama.
Dijo el NYT que “Argentina ha recobrado su prosperidad gracias a inteligentes medidas económicas”. Y le aconseja a Obama que nos imite, que aprenda de nosotros, que nos copie.


En un debate que pinta keynesiano, el periódico dice que nuestro país demostró que un “recorte extremo de gasto público en una economía estancada sólo hará inhibir el crecimiento”.

Esta noticia, nos obliga a revelar que, tras esforzadas investigaciones, hemos logrado detectar la existencia de un documento secreto, titulado “Claves del modelo económico K”, que revela la fórmula seguida por el gobierno nacional para lograr tan altas tasas de crecimiento.

Aunque tememos estar avivando giles, se impone nuestro deber periodístico y por eso damos a conocer una síntesis del mismo, en exclusiva. Aquí va:



a) Lograr que millones de chinos e indios empiecen a consumir muchas más proteínas de la que consumían hasta ahora, gracias a que abandonaron el socialismo y se están volcando cada vez más, hacia la economía de mercado.

b) Ello impulsará la demanda mundial de alimentos y empujará hacia arriba, a niveles que no tienen comparación en toda la historia, los precios de los principales bienes que Argentina produce desde hace doscientos años: cereales y oleaginosas.

c) Con los precios de los alimentos por las nubes, hay que aumentar la producción de esos bienes todo lo que se pueda y esto se logra si el sector ha hecho bien los deberes (investigación, desarrollo, inversión) durante los últimos veinte o treinta años, como previsoramente ocurrió en la Argentina.

d) Con ese punto de partida, todas las demás piezas del rompecabezas económico se podrán acomodar casi sin esfuerzo. No habrá problemas en el comercio exterior (superávit comercial), ni habrá padecimientos presupuestarios (superávit fiscal).

e) Con tanto dinero disponible se podrá subsidiar y gastar casi sin límites, generando además el apoyo masivo de la población al programa que, a su vez, permitirá la continuidad del gobierno, al menos mientras los chinos sigan comiendo y comprando lo que nosotros producimos.

f) Muchos dicen que, hoy por hoy, un crecimiento similar al nuestro se está dando en todos los de la región. Es cierto. Pero cabe aclarar que en esos países, la bonanza económica se debe al viento de cola que reciben de la economía mundial, en cambio en la Argentina obedece al modelo económico genial que estamos implementando.

Somos conscientes de que, al dar a conocer una síntesis del documento, abrimos la puerta a la imitación por parte de otros países, principalmente Estados Unidos. Pero no podíamos mantener al mundo en la ignorancia de un tema tan importante.

Es probable que el NYT haya sospechado de la existencia de este documento al ver a nuestro ministro de economía completamente ajeno a las corridas y ajetreos que soportan quienes ejercen esa delicada función en países que todavía no han dado con la fórmula del crecimiento. Ahora, con esta publicación, todos los ministros de economía del mundo podrán tocar la guitarra con bandas de moda en sus respectivos países.

Al dar a conocer este documento, somos conscientes de nuestra responsabilidad.

Que la historia nos juzgue.

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