martes, 6 de enero de 2009

Carlos Reutemann ya no ve “cosas raras” en Balcarce 50. Por Gonzalo Neidal


(Publicado en La Mañana de Córdoba. Martes 6 de enero de 2009)

Si no fuera porque lo vimos correr en directo y simultáneo por TV, tendríamos todo el derecho a dudar de que Carlos Alberto Reutemann haya sido un destacado piloto de la Fórmula 1.
Uno supone que la alta competición automovilística reclama rápidos reflejos, veloces gestos y movimientos. Claro que esa característica debe estar acompañada por la serenidad y la sangre fría pero de ningún modo la calma debe parecerse al adormecimiento y la abulia.

Con Carlos Reutemann uno no sabe bien a qué atenerse.
No sabe si su apariencia en extremo tranquila esconde a un veloz hombre de la política nacional, un hombre calculador y frío que puede permitirse gestos cansinos porque su capacidad de anticipación le permite otorgar esa ventaja, o un hombre francamente lento, que es, nomás, lo que parece a primera vista.
Seis o siete años después de que Eduardo Duhalde le ofreciera la candidatura a la presidencia de la Nación, ha mostrado su apetencia de poder y así como antes había dicho que no aceptó por vio “cosas raras”, ahora –sin que nadie se la ofrezca- hizo saber que ya no ve nada desacomodado, que ahora sí está dispuesto a ser candidato a Presidente en 2001.
Según cómo se mire, se trata de una aspiración tardía o prematura. Algunos podrían decirle que su momento político ya pasó, que ahora ya no le está abierta la puerta del justicialismo como en 2002. Que ahora las cartas se han barajado de nuevo y hay otros jugadores.
El gesto de Reutemann mostrando interés por la candidatura presidencial, ya obtuvo varias respuestas. Una, de Chiche Duhalde que se apresuró a tomar distancia del santafesino, reclamándole su actitud de hace 6 años atrás, cuando no aceptó el ofrecimiento de los Duhalde. Este reproche de Chiche parece indicar que Eduardo, su marido, quiere ser candidato. De todos modos, no son pocos los que ven a la Sra. de Duhalde como una persona no excesivamente calificada para opinar sobre candidatos presidenciales, luego de que ella y su marido jugaran un papel decisivo en el entronizamiento del matrimonio gobernante.
Otro que le saltó a la yugular a Carlos Reutemann fue Felipe Solá, que fuera durante 9 años ministro de Carlos Menem, de quien luego se distanció de la peor manera, y pasó a ser un soldado K, hasta que su olfato, durante la crisis del campo, le indicó que nuevamente debía cambiar de bando. Y eso fue lo que hizo. Pero no es todo: ahora le reclama a Reutemann que sea más explícito en relación a su posición respecto de los Kirchner.
En otras palabras, le reclama al santafecino que diga si está a favor o en contra del gobierno. O, aunque sea, que diga si vio al menos alguna “cosa rara”.
Trascendidos periodísticos del fin de semana indican que los K. no ven con malos ojos la candidatura de un tipo como Reutemann, un moderado de la política que –ellos suponen- no se ensañará contra el gobierno actual en caso de que llegue al poder. Distinto sería el caso de Solá, por ejemplo, o de Duhalde o de De la Sota. Cualquiera de ellos que sea candidato lo será claramente contra el proyecto actual. Y eso supone investigaciones a fondo una vez que tomen el gobierno, en caso de que eso suceda. Ni pensar qué podría pasar si fuera Elisa Carrió la que llegara –como presidenta o vice- a la Casa Rosada.
Por eso, quizá sea Reuteman el mejor candidato K. para el 2011. Los Kirchner tienen la ilusión de que ya no vea “cosas raras”.
Ni ahora, ni nunca más.

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