martes, 6 de septiembre de 2011

Se supo: la culpa fue de Tato Bores

(Nota publicada en el diario Alfil, del 6 de setiembre de 2011)
¿Por qué el Ministro Randazzo atacó con tanta dureza al cómico y actor Tato Bores, fallecido hace más de 15 años? Muy sencillo: para molestar a su hijo Alejandro que cada domingo, con excelente pluma y gran sentido del humor, comenta los avatares de la política nacional. Y se ríe de algunos personajes del gobierno, también.

Quien le hace los libretos a Randazzo es mucho menos ingenioso que los sucesivos guionistas que tuvo Tato. El ministro no anduvo con chiquitas: dijo que en esos años, si algunos hombres “hubieran tenido otra actitud, no hubiéramos tenido que lamentar 30.000 personas”, en obvia alusión a los desaparecidos.


Al defender a su padre, Alejandro Borensztein recuerda que Tato no pudo trabajar en tiempos de Isabel Perón y que recién en 1979 logró hacer su programa cómico. Es que el cómico, por su agudeza, incomodaba a todos los gobiernos. Al de Isabel, al de Videla y también al de Alfonsín, que durante varios años también lo prohibió en la única TV que había, que era la pública.

Con lo cual queda claro que este gobierno no inventó nada. A todos los presidentes les gusta tener prensa adicta. Nada de crítica y menos aún de crítica humorística, que habitualmente destila ironía y aún sarcasmo.

Así como Isabel, Videla y Alfonsín prohibieron a Tato, Randazzo la emprende contra su hijo. Y lo hace de un modo poco valiente: atacando a su padre.

Yo miraba a Tato y recuerdo muy bien el tono de su crítica a los militares. Eran coscorrones amables. Para nada combativos. Pero no podían ser de otro modo. Ese tono, como el que utilizaba toda la prensa, incluida la “progresista” Revista Humor, se explica en el contexto de aquella época. Porque hay que recordar un tema sumamente incómodo, que habitualmente preferimos obviar y esconder bajo la alfombra: el gobierno militar tuvo, durante varios años, la aprobación silenciosa cuando no explícita de franjas mayoritarias de la sociedad argentina. En esto no podemos ser hipócritas. Lo hemos recordado varias veces como un ejemplo sintomático: el día de la final contra Holanda, en el Mundial del 78, en la cancha de River, la Junta Militar se hizo presente y fue no sólo respetada por el público sino también aplaudida en varias ocasiones por el estadio en pleno.

Cuando partidos como la UCR, el socialismo y la democracia progresista ponían funcionarios y embajadores en el gobierno, mal puede Randazzo exigirle a un simple cómico como Tato Bores que se pinte la cara para desafiar a los militares que, en ese tiempo, aún gozaban de amplio consenso en la población, que fueron perdiendo rápidamente después de la Guerra de Malvinas.

En los programas de aquel tiempo, había un personaje que esperaba a Tato, lo paraba y le decía una única frase: “Vos sí que te ganás la guita fácil”.

Más de uno estaría tentado hoy, de repetirle esas palabras al Ministro Randazzo.

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