martes, 13 de septiembre de 2011

Binner, políticamente correcto. Por Gonzalo Neidal

El candidato presidencial socialista Hermes Binner acaba de hacer declaraciones muy interesantes, que pintan de cuerpo entero sus puntos de vista.
Dijo que “no podemos hablar mal de las Madres de Plaza de Mayo. Queremos proteger los pañuelos blancos que han dado la vuelta al mundo",
Una joyita, Dr. Binner. Veamos.
En primer lugar, nos confunde eso de “hablar mal”.
“Hablar mal”, significa difamar, hacer circular rumores infamantes, cuestionar aspectos o conductas personales a espaldas de alguien, ejercer la maledicencia, denigrar. En este punto no es difícil estar de acuerdo con el dirigente socialista. No es de buena gente “hablar mal”.

Pero si uno lee con cuidado la frase, vemos que lo que quiere decir Binner es que no podemos criticar a las Madres, No podemos cuestionar sus puntos de vista, sus ideas. Es que para Binner, pareciera, criticar, incluso disentir, equivale a “hablar mal”. Se trata de una confusión semántica que abandonamos a los discípulos de Lacan. Con ellas pueden hacerse un picnic.
Cabe preguntarse también ¿por qué “no podemos” criticar a las madres? ¿Qué nos impide hacerlo? ¿Acaso debemos tomar como bueno y verdadero todo lo que provenga de ellas, todo lo que ellas dicen y hacen?
Este verbo tampoco es inocente. Pareciera que en concepto de Binner, “no podemos” “hablar mal” (criticar) a las madres porque eso no está aceptado por el manual del político correcto.
No corresponde. Eso nos deja a la derecha. Le hacemos el juego a la dictadura, a los genocidas.
Por eso, ha de pensar Binner, las Madres son intocables. Curioso concepto del debate político.
Cuando uno dice Madres de Plaza de Mayo, la primera imagen que se le viene a la cabeza es la de Hebe de Bonafini. Seguramente a Binner también le sucede esto.
Pero Hebe no se queda quieta.
Ni mucho menos, callada.
Habla, opina, dice, hace, administra, contrata, paga. Milita.
Apoya, por ejemplo, a los terroristas de la ETA, que asesinan políticos indefensos en plena calle y colocan bombas matando a cientos de inocentes.
Aplaude el atentado terrorista a las Torres Gemelas, que dejaron varios miles de muertos.
Despilfarra fondos públicos y, muy probablemente, los malverse.
Si criticamos estos aspectos de la conducta de la Madre más representativa, ¿estamos “hablando mal” de ella? ¿Es esto lo que Binner dice que “no podemos” hacer?
Sería tan arbitrario como decir que, si Binner no la cuestiona, puede deducirse que comparte sus puntos de vista y acepta los manejos chapuceros y probablemente delictivos de la Fundación.
Muchas veces hemos tenido la sensación, escuchándolo, que Binner es un kirchnerista en el clóset.
Más aún: si se nos intimara a establecer con claridad las diferencias políticas existentes entre el socialismo de Hermes Binner y el kirchnerismo, confieso que estaríamos en serios problemas.
Espero que el gobernador de Santa Fe no considere que estamos hablando mal de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario