El problema de los que siempre gozaron de buena salud es que, ante el primer trastorno, se vuelcan hacia la hipermedicación.
Los Kirchner nunca gobernaron en condiciones desfavorables. Siempre tuvieron viento a favor. Cuando les tocó la gobernación de Santa Cruz, contaron con las regalías petroleras, cuyo destino final aún se desconoce. Cuando les tocó dirigir los destinos del país, gozaron de un dólar poderoso, devaluado por Eduardo Duhalde, y de condiciones excepcionales en el mercado mundial.
Su suerte ha sido, hasta ahora, inmejorable.
Es por eso que, al surgir los problemas mundiales, se encuentran inmersos en una situación nueva, desconocida. Y, razonablemente, parecen muy asustados.
El problema de los que siempre gozaron de buena salud es que, ante el primer trastorno, se vuelcan hacia la hipermedicación.
Los Kirchner nunca gobernaron en condiciones desfavorables. Siempre tuvieron viento a favor. Cuando les tocó la gobernación de Santa Cruz, contaron con las regalías petroleras, cuyo destino final aún se desconoce. Cuando les tocó dirigir los destinos del país, gozaron de un dólar poderoso, devaluado por Eduardo Duhalde, y de condiciones excepcionales en el mercado mundial.
Su suerte ha sido, hasta ahora, inmejorable.
Es por eso que, al surgir los problemas mundiales, se encuentran inmersos en una situación nueva, desconocida. Y, razonablemente, parecen muy asustados.
Publicado en La Mañana de Córdoba - Viernes 12-12-2008.
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